La Importancia de la Microbiota en tu Alimentación.

Introducción.

El Fascinante Universo Invisible: La Maravilla de la Microbiota

Por Jorge Neira

¿Qué es la microbiota?

La microbiota, también conocida como microbioma, es un término que se refiere a la comunidad de microorganismos que habita en nuestro cuerpo. Esta comunidad diversa está compuesta por bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que coexisten en una simbiosis compleja con nuestro organismo. Si pudiéramos observarla, nos sorprendería saber que trillones de estos seres microscópicos residen en lugares tan diversos como nuestros intestinos, la piel, la boca y el tracto respiratorio.

¿Quién descubrió la microbiota?

Si bien no se puede atribuir la microbiota a un solo descubridor, su estudio ha sido el resultado de décadas de investigación científica. Uno de los hitos más importantes en la comprensión de la microbiota fue el desarrollo de la microbiología como campo de estudio en el siglo XIX. Científicos como Antonie van Leeuwenhoek, Louis Pasteur y Robert Koch contribuyeron significativamente a nuestros conocimientos sobre los microorganismos que habitan en el cuerpo humano.

Últimos datos numéricos:

La composición exacta de la microbiota puede variar de persona a persona y es influenciada por una serie de factores, incluyendo la dieta, el estilo de vida y el entorno. Según estudios recientes, se estima que el cuerpo humano alberga aproximadamente 100 billones de microorganismos, una cifra asombrosa que supera en número a nuestras propias células en una proporción de 1 a 1. Esto subraya la importancia de la microbiota en nuestra fisiología y salud general.

Tipos de microbiota intestinal y sus funciones:

Microbiota Defensiva: Esta comunidad microbiana actúa como una primera línea de defensa contra patógenos invasores. Bacterias como las bifidobacterias y los lactobacilos ayudan a prevenir la colonización de patógenos dañinos, manteniendo así la integridad de la barrera intestinal y reduciendo el riesgo de infecciones gastrointestinales.

Microbiota Mucinotrofica: Algunas bacterias de la microbiota tienen una afinidad particular por el moco que recubre el revestimiento intestinal. Estos microorganismos descomponen el moco y lo utilizan como fuente de nutrientes, lo que puede ayudar a mantener un ambiente equilibrado y saludable en el intestino.

Microbiota Inmunorreguladora: Esta comunidad microbiana desempeña un papel fundamental en la regulación del sistema inmunológico. Las bacterias presentes en esta categoría, como las Clostridias, pueden modular la respuesta inmunológica y ayudar a prevenir la inflamación crónica y las enfermedades autoinmunitarias.

Usos etnomedicinales:

A lo largo de la historia, diversas culturas han utilizado microorganismos y productos derivados de la microbiota en prácticas etnomedicinales. Uno de los ejemplos más conocidos es el consumo de alimentos fermentados, como el yogur y el kimchi, que contienen bacterias beneficiosas para la salud digestiva. Además, en algunas culturas, se han utilizado probióticos y prebióticos naturales para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la digestión.

Indicaciones:

La microbiota desempeña un papel fundamental en nuestra salud. Mantener un equilibrio saludable de microorganismos beneficiosos es esencial para la digestión adecuada, la absorción de nutrientes, la síntesis de vitaminas y la regulación del sistema inmunológico. La disbiosis, o desequilibrio en la microbiota, se ha asociado con una serie de condiciones médicas, como trastornos gastrointestinales, alergias y enfermedades autoinmunitarias. Por lo tanto, cuidar y fortalecer nuestra microbiota a través de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable es esencial para promover la salud y el bienestar.

 

Cuidando Tu Microbiota: Probióticos y Prebióticos:

Para mantener un equilibrio óptimo en tu microbiota, es esencial cuidarla de manera adecuada. Aquí hay algunas formas en que puedes hacerlo:

1. Probióticos: Los probióticos son microorganismos vivos que pueden tener efectos beneficiosos para tu salud. Incluyen bacterias como Lactobacillus y Bifidobacterium. Puedes incorporarlos a través de alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut y el kimchi. También existen suplementos probióticos que pueden ser útiles, especialmente después de tomar antibióticos o en caso de desequilibrios intestinales.

2. Prebióticos: Los prebióticos son fibras no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas en tu intestino. Algunos alimentos ricos en prebióticos son las alcachofas, los espárragos, los plátanos verdes, el ajo y las cebollas. Incluir estos alimentos en tu dieta puede fomentar el crecimiento de bacterias saludables en tu intestino.

3. Dieta Rica en Fibra: La fibra es clave para mantener la salud de tu microbiota. Opta por alimentos integrales como granos enteros, legumbres, frutas y verduras. La fibra alimenta a las bacterias beneficiosas y contribuye a mantener un ambiente equilibrado en tu intestino.

4. Variedad Alimentaria: Introduce una amplia variedad de alimentos en tu dieta. Diferentes alimentos proporcionan diferentes nutrientes para diferentes tipos de bacterias. La diversidad en tu dieta favorece la diversidad en tu microbiota.

5. Evita el Consumo Excesivo de Azúcares y Alimentos Procesados: Los azúcares refinados y los alimentos ultraprocesados pueden alterar el equilibrio de tu microbiota. Limita su consumo y opta por opciones más naturales y saludables.

Conclusión

Cuidar de tu microbiota es como cultivar un jardín interno. Al proporcionarle los nutrientes adecuados, en forma de probióticos, prebióticos y una dieta equilibrada, puedes fomentar una microbiota saludable que te apoye en la búsqueda de un bienestar óptimo. Al alimentar a tus microbios internos, estás nutriendo tu salud en general. ¡Así que, adelante, cuida de tu ecosistema interno y cosecha los beneficios en cada aspecto de tu vida!

Referencias APA:

Sender, R., Fuchs, S., & Milo, R. (2016). Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. PLOS Biology, 14(8), e1002533. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.1002533

Thursby, E., & Juge, N. (2017). Introduction to the human gut microbiota. Biochemical Journal, 474(11), 1823–1836. https://doi.org/10.1042/BCJ20160510

Quigley, E. M. M. (2013). Gut bacteria in health and disease. Gastroenterology & Hepatology, 9(9), 560–569. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3983973/

 
 

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